Síndrome post Covid y enfermedad de Lyme

El síndrome post covid ha alcanzado gran importancia y ya se considera una enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud. La cantidad y variedad de síntomas, lo sitúan entre las enfermedades que pueden ocultar otras, como la enfermedad de Lyme.

Desde la OMS, con el objetivo de facilitar el diagnóstico correcto del covid persistente y su tratamiento, ha comenzado por definir esta patología. Aunque reconocen que la definición puede evolucionar por la propia evolución del covid, el síndrome post covid es:

“La enfermedad post covid-19 se da en personas con un historial de una infección por SARS CoV-2 posible o confirmada, normalmente a partir de los 3 meses desde la activación del covid y con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo. Los síntomas más comunes incluyen fatiga, ahogo, disfunciones cognitivas pero también otras y que generalmente tienen impacto en la funcionalidad del día a día. Los síntomas pueden ser nuevos, una vez que el paciente se ha recuperado, o persistentes de la infección inicial. Los síntomas pueden también fluctuar o aparecer a lo largo del tiempo”.

Esta definición puede resultar demasiado amplia, especialmente si tenemos en cuenta que el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha descrito hasta 70 síntomas de covid persistente y que deben conocerse bien por parte de los especialistas. No obstante, consideramos también que la información de los pacientes es importante ya que esto les permite identificar y describir de manera adecuada.

Reproducimos aquí la información de Sanidad que no es exhaustiva pero sí da una orientación suficiente al paciente.

Sistémicos: Cansancio, fiebre vs febrícula, debilidad, sofocos, sudoración, exacerbación tras el esfuerzo, pérdida ponderal.

Sistema neurológico: deterioro cognitivo, pérdida de memoria, “niebla mental”, alteraciones del lenguaje, alteraciones de la sensibilidad (parestesias), trastornos del sueño, cefaleas, gusto y olfato, alucinaciones, cuadros confusionales, parálisis facial o disautonomia

Consecuencias psiquiátricas: ansiedad, bajo estado de ánimo, depresión o trastorno de estrés postraumático.

Síntomas cardiovasculares:  Ritmo cardiaco sobre todo taquicardias, presión arterial, varices, trombos o dolor torácico.

Síntomas dermatológico: picores, urticaria, exantemas, cambios en piel y uñas, alopecia o perniosis.

Síntomas gastrointestinales: Molestias/Dispepsia, reflujo, intestino irritable, anorexia, diarrea o disfagia.

Aparato respiratorio:  disnea, tos seca, estornudos, alteraciones saturación de oxígeno

Otorrinolaringológicos y oftalmológicos:  Parálisis facial, ojos secos, visión borrosa, dolor de garganta, disfonía, acúfenos o vértigo.

Reproductivos, genitourinarios y endocrinos:  alteraciones menstruación, relaciones sexuales, función urinaria, vejiga hiperactiva, debud diabético y alteraciones en tiroides

Inmunológicos y autoinmune: aparición de nuevas respuestas inmunes o aumento de las existentes, nuevas alergias/intolerancias a alimentos o fármacos.

Musculoesquelético: Dolores osteomusculares y articulares, presión torácica, debilidad muscular o sarcopenia.

Diferencias entre el Covid persistente y el Lyme Crónico

En primer lugar, queremos señalar que puede haber una relación entre el Lyme y el covid porque la primera enfermedad deteriora el sistema inmunitario, puede debilitarlo e incluso derivar en enfermedades autoinmunes. Esto hace de los pacientes de Lyme, personas más vulnerables a sufrir covid.

Por otra parte, ambas patologías son multiorgánicas y muultisistémicas y sus síntomas no se presentan de manera uniforme en todos los pacientes, lo que hace difícil el diagnóstico en ambos casos. Los síntomas que se han detectado como comunes al inicio de ambas enfermedades, son:

  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Dolor muscular
  • Cansancio

Después, hay síntomas que pueden ser comunes y otros específicos:

Específicos de Lyme: artritis, afecciones cardíacas o parálisis facial.

Específicos del síndrome Post Covid: Sensación de ahogo, tos seca o conjuntivitis.

Y ¿qué tienen en común ambas patologías? En ambos casos los pacientes relatan que su calidad de vida empeora con el tiempo, hasta situaciones extremas, y muy reales, en las que no se puede llevar una vida normal y se ven obligados a dejar su trabajo y numerosas actividades.  

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