Hablar de deporte o ejercicio físico cuando estamos ante la enfermedad de Lyme puede ser difícil.
Los pacientes sufren de un cansancio extremo, dolor de articulaciones y otros síntomas que les impiden desarrollar una actividad normal y menos, llevar una vida activa. Pero el ejercicio no está desaconsejado en todos los casos.
Lo primero que podemos aclarar es que el ejercicio, de cualquier forma, no debe ser considerado como una parte principal del tratamiento de la enfermedad de Lyme. A la vista de artículos en internet que lo sitúan en primera línea, no podemos si no rechazar cualquier tratamiento que no sea médico. De hecho, es tu especialista el que podrá recomendarte un tipo de actividad y otra.
Por ejemplo, si entre tus síntomas está la fiebre, no es adecuado que hagas ejercicio y si tus articulaciones o músculos no presentan un gran dolor, movilizarlas puede ser bueno para eliminar esa sensación de entumecimiento. Las afecciones al corazón son comunes en el Lyme crónico y debería realizarse un examen cardiológico antes de recomendar cualquier actividad física.
Lo cierto es que el ejercicio activa la circulación sanguínea y eleva la temperatura del cuerpo, ambas condiciones para la curación: en el primer caso porque se considera que facilita el alcance del tratamiento antibiótico y en el segundo, porque la fiebre eleva el volumen de oxígeno en la sangre. Todo ello supone una barrera a la bacteria borrelia.
Pero ¿de qué tipo de ejercicio estamos hablando? no es lo mismo realizar unos estiramientos y ejercicio moderado que una actividad aeróbica, por muy baja que sea la intensidad de nuestra práctica. No obstante, es conveniente realizar algún tipo de ejercicio que nos ayude a fortalecer la musculatura y proteger nuestras articulaciones y ligamentos, con frecuencia debilitados por la enfermedad de Lyme.
Recomendamos ejercicios que cumplan las siguientes pautas:
- realiza actividades de bajo impacto y sin un alto potencial aeróbico.
- al ejercitar los estiramientos y la fortaleza muscular, puedes utilizar suaves resistencias. La repetición es preferible al uso de la fuerza en los ejercicios.
- realiza sesiones cortas y a diario, nunca más de una hora. En cualquier caso, si tu cuerpo está cansado o no se recupera del ejercicio de un día para otro, descansa el tiempo que necesites.
- el ejercicio aeróbico debe introducirse poco a poco y siempre que el paciente haya empezado a recuperarse y se encuentre mejor. Las consecuencias de un ejercicio leve durante un brote de síntomas pueden ser perjudiciales.
Si la idea de hacer ejercicio se te hace cuesta arriba, puedes probar con ejercicios de tai chi, yoga sobre una silla o qigong. La filosofía de estas disciplinas es no llevar el cuerpo al límite sino combinar la capacidad de cada persona con la respiración en un movimiento fluido.
Por otra parte, el tipo de ejercicio se prescribirá en función de los síntomas del paciente. Por ejemplo, si uno de estos síntomas es el vértigo, el ejercicio siempre deberá minimizar los riesgos y al menos realizarse con apoyos. La actividad que implica la atención a la respiración y otros aspectos meditativos, como el yoga, puede reducir el insomnio.
Deportistas profesionales con enfermedad de Lyme, una nueva relación con el ejercicio
Si hablamos de comenzar cierta actividad física cuando tenemos un lyme crónico, estamos hablando de una situación muy diferente a la que viven los deportistas profesionales que contraen la enfermedad de lyme. En este artículo podemos leer la experiencia de dos triatletas que han contraído la enfermedad de Lyme, una con un diagnóstico temprano y la otra, con un lyme crónico.
En este testimonio se describe bien lo que le pasa a una persona con Lyme cuando no encuentra un diagnóstico. “Cuando eres un deportista de alto rendimiento, conoces bien tu cuerpo y sabes cuando algo no está funcionando bien”, explica un especialista en el artículo. Este doctor reconoce que los niveles de antígenos varían mucho en cada persona en función del momento en el que se realizan los análisis y esta variabilidad es mayor en los deportistas ya que el ejercicio intenso tiene efectos sobre los sistemas endocrino e inmunitario, lo que hace más difícil el diagnóstico.
El ejemplo de los personajes públicos, sus aspectos positivos y negativos
Sin duda, la visibilidad pública que están haciendo los testimonios de diferentes personajes famosos o públicos en torno a la enfermedad de Lyme, está consiguiendo que muchas personas la conozcan y que incluso se acerquen de manera más temprana al diagnóstico. Sin embargo, hay que tener cuidado con determinados aspectos.
La enfermedad de Lyme afecta de manera muy diferente a cada persona y la capacidad de recuperación también es diferente. Cuando una persona conocida como Jorge Fermández habla del Lyme, está llegando a millones de personas y sabemos que algunas personas ya recuperadas siguieron la pista hasta el diagnóstico de Lyme gracias a su testimonio. Sin embargo, su mejora física y capacidad de recuperación no debe ser la referencia para todas las personas, cada una tiene su proceso de recuperación. Y este depende mucho del nivel de afección de todos los sistemas del organismo.