El Lyme puede ser una enfermedad larga y dura para quien la padece, pero también para quien cuida del enfermo.
Una figura que desarrolla un trabajo con una gran exigencia y dedicación, que antepone las necesidades de la persona a la que cuida a las suyas propias, algo que, cuando se alarga en el tiempo, puede acabar provocando en el cuidador graves problemas de salud, con la consiguiente repercusión negativa en la salud de la persona de la que se hace cargo.
Así, es común que los cuidadores de personas dependientes y enfermos de larga duración presenten ansiedad, depresión, problemas para conciliar el sueño, problemas cardiovasculares, hipertensión… que lamentablemente pueden llevarles a tomar toda clase de fármacos y ansiolíticos.
Para tratar de evitar esta situación y preservar la salud de quienes cuidan a otros, como por ejemplo enfermos de Lyme, conviene conocer y poner en práctica una serie de consejos para mejorar la salud de los cuidadores que además les ayudarán a realizar su trabajo de forma más eficaz:
- Llevar a cabo el cuidado del enfermo entre varias personas: el cuidado de un enfermo es una carga importante. Lo ideal es, siempre que sea posible, desempeñar este trabajo entre varias personas haciendo turnos de cuidados. Los servicios sociales, pueden brindar este apoyo necesario.
- Establecer horarios de cuidado: el cuidador debe tratar de establecer unos horarios a la hora de cuidar a otra persona con el objetivo de que esta tarea no interfiera por completo en su vida personal.
- Practicar ejercicio: además de ser una práctica recomendable para llevar una vida saludable, practicar ejercicio físico de manera regular puede ayudar al cuidador de enfermos de Lyme a evadirse de sus problemas diarios y liberarse del estrés y la ansiedad.
- Establecer hábitos saludables de sueño: es habitual que la calidad del sueño de los cuidadores se resienta, por ello es importante tratar de dormir lo suficiente, establecer unos horarios fijos a la hora de acostarse, evitar dormir por el día y mantener un ambiente tranquilo en el dormitorio. El descanso es más que necesario tanto para el cuerpo como para la mente del cuidador.
- Practicar técnicas de relajación y / o meditación: prácticas como el yoga pueden ser de gran ayuda para el cuidador, especialmente en etapas de mucho estrés.
- Dedicarse tiempo a uno mismo: dedicar el tiempo libre al ocio, las relaciones sociales y el cuidado personal es algo importante y necesario que renovará las fuerzas del cuidador.
- Tomarse un descanso o unas pequeñas vacaciones: el cuidado de un enfermo dependiente puede llegar a ser agotador y para desempeñarlo con garantías puede llegar un momento en que el cuidador necesite tomarse un descanso. En estos casos es vital contar con el apoyo de amigos, familiares o profesionales que le releven en el cuidado del enfermo mientras dure su tiempo de descanso al tiempo de que le proporcionen la tranquilidad de saber que el enfermo del que se hace cargo está en buenas manos.