Una vida en una burbuja para alejarse de los problemas de salud derivados del Lyme

testimonio LYme

Han sido veinte años con problemas de salud constantes. Cada vez que se exponía a un cambio de tiempo, al frío o pasaba un rato con sus sobrinos en edad escolar, Marcos caía enfermo. La suya era una vida de cuidados para mantener su salud y alejarse de cualquier riesgo. La causa: la enfermedad de Lyme crónica.

En esta entrevista omitiremos cualquier referencia personal para mantener la privacidad del protagonista.

¿Cómo se encuentra ahora mismo?

Ahora estoy en tratamiento con el mayor experto en España en Lyme, llevo más de dos años y espero terminar en septiembre. Estoy mucho mejor. Lo que no entendía antes es por qué me ponía malo con todo, tenía infecciones de garganta, de oído, de próstata…estaba perennemente malo.

¿Desde hace cuánto tiempo vive en esta situación?

Hace veinte años empezaron mis problemas de salud y los asociaba a que entonces me habían puesto un coil y un stents en una variz. Yo era una persona muy deportista, pero meses después de la operación empezaron mis dolencias y estuve muy fastidiado. Es verdad que parece que esta sensibilidad a caer enfermo la tengo desde pequeño y siempre hemos tenido perros en casa, pero hasta el diagnóstico de Lyme, no me imaginaba que podía ser esto. Desde luego esta enfermedad es la gran desconocida en España, no todos los médicos en la seguridad social saben de su existencia.

¿Cómo ha sido el proceso?

Después de ponerme los stents en las varices empecé con los síntomas, como prostatitis y otras infecciones. Incluso me trataron con antibióticos de tercera generación y no estaba bien. A partir de ahí fui de médico en médico, parecía una cobaya, y nadie daba con el caso. Sí que hace 10 años, un médico internista me cortó de raíz de todas las infecciones, aunque seguí enfermando cada invierno ante cualquier cosa. No era normal.

¿Cómo afectó esto a tu día a día?

Casi he vivido como un hombre burbuja…no podía estar ni con mis sobrinos porque cualquier infección o catarro, lo cogía. En el trabajo no me ha afectado mucho porque soy una bestia y he ido incluso encontrándome mal. Pero sí, he pasado de ser una persona deportista y estar al aire libre todo el tiempo, a cuidarme mucho para no caer enfermo. No es lo mismo vivir sin ninguna preocupación que vivir con esa precaución constante. Como soy fuerte me hice a ello, pero lo mío era un calvario. Tenía neumonía, sinusitis…así más de 20 años, desde que me operaron en 2004. De todas formas, después lo he pensado y yo era un niño que cogía catarros constantemente y a lo mejor ahí ya estaba sin defensas. Como de pequeño eres más fuerte, ni lo piensas ni te preocupas por ello.

¿Este estado de salud está directamente relacionado con la infección por borrelia?

Lo que me ha provocado el Lyme es que tuviera mis defensas por debajo del mínimo, la borrelia ataca al sistema inmunitario. En el momento que me diagnosticaron, el nivel de linfocitos T era muy bajo, estaba como para que me diera una sepsis en cualquier momento. De forma natural, el organismo se defiende pero si la bacteria lleva mucho tiempo, se puede decir que ha ido envenenando la sangre.

Pero no sospechabas que esta era la causa de tus dolencias

Como no es una enfermedad que se conozca ni los síntomas son fáciles de detectar, no la buscaba. Estuve tomando antibióticos durante seis años y esto derivó en una candidiasis sistémica. Fue el especialista en medicina interna quien señaló que, si mi cuerpo rechazaba algunos alimentos, era por algo y yo notaba que si tomaba azúcar, estaba mal. Por ejemplo, un Año Nuevo tomé un poco de turrón y pasé la noche con fiebre, vomitando e incluso con convulsiones. Había una relación causa efecto y por eso me centré en la alimentación, para estar mejor.

¿Cómo fue este cambio en la alimentación?

Han sido años de proceso interno y de leer y estudiar mucho. Por ejemplo, para la candidiasis me sirvió mucho un libro de Cala Cervera que dice “lo que comemos, o no saca o nos machaca”. Llevaba años sin tomar nada de azúcar y nada de harinas, el cambio de vida fue tremendo porque todo lleva azúcar, pero incluso con esta alimentación, la candidiasis no remitía y en los análisis convencionales no salía nada.

¿Cómo llegaste al diagnóstico de Lyme?

Fue al ir al Dr. Bueno cuando, al hacerme análisis de candidiasis, salió el Lyme. Yo tengo puestos de responsabilidad y también lo asociaba al estrés, no tenía calidad de vida.  Entonces comencé el tratamiento de Lyme en el que también es muy importante la alimentación.

En ese momento ya estabas acostumbrado a una alimentación estricta.

Sí, solo hay una cosa que me quitó, el gluten, que también es una sustancia inflamatoria. No son celíaco pero sí intolerante y dejé de tomar pan y cualquier tipo de harinas. Mi mujer también ha sufrido conmigo estos años y por eso se ha ido empapando de estos temas que relacionan la alimentación con la salud, así que hemos ido a la par. De todas formas, estos dos últimos años han sido muy complicados porque tienes que eliminar muchos alimentos. Estos cambios influyen mucho a nivel personal y familiar, y no solo estar malo tanto tiempo sino por ejemplo, que en una celebración familiar no quieras tomar postre. Eres como un bicho raro.

¿Y cómo llevas el tratamiento, además de la alimentación?

Estoy mucho mejor, he estado un mes ingresado en tratamiento, antes de la pandemia, y fue fácil porque en mi empresa me lo han permitido, incluso con un puesto de responsabilidad. El mes de tratamiento fue un antes y un después, lo noté muchísimo.

Es una buena noticia después de tantos años enfermo, ¿no?

Es muy duro pasar años enfermo y sin saber qué te pasa. Los antibióticos me dejaban débil y la candidiasis también tiene sus síntomas como la fatiga, baja energía o depresiones. Yo soy fuerte, de joven había mucho deporte y soy competitivo, no me rindo fácil. Además estoy muy arropado, pero es complicado ir de médico en médico sin saber qué te pasa.

Muchas personas viven esta falta de información respecto a la enfermedad de Lyme

Es fundamental que la gente sepa que el Lyme no es ninguna tontería, te cambia la vida. Como no se diagnostique en un estadío temprano es muy complicado porque es una enfermedad que te creará otros problemas. Defender tu estado de salud es a veces ir en contra de los médicos y este gremio está muy unido.  Sí que he encontrado médicos buenos, he probado mucho, y otros te dejaban por imposible. O eres muy tenaz y muy constante o esta enfermedad te machaca, es duro.

Pero como dices, estás mejor. 

Sí, además estoy tele trabajando hasta que me vacunen del covid-19. Me cuido mucho y no salgo por trabajo ni a nivel personal desde que se conoció el riesgo de los aerosoles. La parte buena de esta enfermedad es que me he cuidado tanto que no aparento la edad que tengo (se ríe). De todas formas, aún queda camino por recuperar, este año de pandemia también ha sido duro a nivel personal y bueno, ahora estoy ya en la recta final.

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