El Dr. Carsten Nicolaus lleva más de 30 años trabajando en torno a las enfermedades transmitidas por la mordedura de garrapata, especialmente la enfermedad de Lyme.
Su trayectoria de atención a los pacientes ha ido paralela a la investigación y la puesta en marcha de medios diagnósticos fiables y el desarrollo de tratamientos eficaces.
En la actualidad es consultor y colabora con diferentes organizaciones en la implantación de protocolos de diagnóstico y tratamiento para las enfermedades transmitidas por garrapatas en todo el mundo.
Carsten, usted es una referencia internacional en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de LYme y otra spatologías transmitidas por la mordedura de garrapata ¿qué hace al Lyme especial?
La complejidad de la enfermedad es lo que hace al Lyme tan especial. Es fácil gestionar la enfermedad en las primeras etapas pero se hace mucho más compleja cuando llegamos a etapas crónicas – lyme crónico. Se puede presentar con muy diferentes síntomas y molestias y de hecho, se le conoce como el “camaleón de la medicina” o “la gran imitadora”. Los síntomas específicos de la enfermedad de Lyme son pocos y algunas de las afecciones de la piel o la fatiga crónica son algunos de los pocos síntomas que las autoridades sanitarias reconocen. Pero estos síntomas pueden verse en muchas otras enfermedades, lo que no hace fácil el diagnóstico de Lyme.
¿Y por qué es tan difícil de diagnosticar?
Se requiere mucha formación y experiencia para aprender y comprender las implicaciones clínicas de la enfermedad, que son mucho más importante que cualquier diagnóstico o test.
Todas las enfermedades trasmitidas por garrapatas requieren una buena comprensión de las herramientas de diagnóstico de manera que podamos interpretar toda la información que obtengamos de esas pruebas y análisis.
El diagnóstico es un reto por la cantidad de síntomas inespecíficos. Con estas enfermedades no hay un diagnóstico que encaje en todos los diagnósticos y no podemos confiar en las pruebas serológicas porque el 50 por ciento de los test Elisa son inexactos.
Parece que las autoridades sanitarias europeas no son conscientes de la importancia en el presente y para el futuro de esta enfermedad ¿Crees que es así?
Sí, pienso que es así porque toda la atención se ha puesto en las fases agudas de la enfermedad de lyme y durante mucho tiempo se ha considerado al Lyme crónico como una enfermedad rara sobre la que no merecía la pena investigar. Las fases agudas no son un reto pero el lyme crónico es un problema importante por la cantidad de pacientes que son diagnosticados cada año. Además, estimamos que el 20 por ciento de los casos de Lyme temprano pueden convertirse en casos crónicos.
Las políticas de prevención de enfermedades son esenciales en los temas de salud. ¿Podemos tomar medidas preventivas en relación al Lyme?
Las personas que viven en áreas en las que las garrapatas son endémicas están más expuestas a las mordeduras y tienen mayor riesgo de contraer enfermedades. Deberían tomarse medidas relativas al control de plagas en estas zonas y dar mayor importancia a cosas como un vestuario adecuado, el uso de repelentes o la revisión de la ropa y el cuerpo después de hacer actividades en el exterior.
El diagnóstico certero y a tiempo es muy importante en este tipo de enfermedades. ¿Se ha avanzado algo en esto en los últimos años?
Incluso en las fases tempranas o agudas de la enfermedad en las que el paciente ha ido a un especialista después de la picadura, no es infrecuente que no se haya aplicado un tratamiento o que se haya prescrito un tratamiento que no es adecuado. Normalmente el tratamiento es demasiado corto porque los médicos todavía ignoran lo que se sabe en la actualidad sobre el tratamiento del Lyme.
No obstante, las etapas crónicas son desafiantes porque la enfermedad está oculta detrás de otras enfermedades. En cualquier caso, sí que ha habido avances en cuanto al diagnóstico en los últimos años. Al darnos cuenta de la imprecisión de la serología, hemos intentado aplicar nuevos métodos. Test como la PCR o el análisis de las células T se han impuesto como garantía para ofrecer el mejor diagnóstico.
Desde la Asociación de pacientes de Lyme consideramos que la formación en Lyme es muy importante ¿Cuál es su punto de vista?
Coincido plenamente en que se tiene que ampliar el conocimiento formando a doctores y educando a los pacientes, que necesitan tener un conocimiento básico sobre qué hacer si les pica una garrapata Los médicos deberían recibir formación para conocer todas las opciones de diagnóstico y posibilidades de tratamiento.
¿Requiere el diagnóstico y tratamiento de Lyme de centros especializados?
No debería ser así pero sin este tipo de centros los pacientes están perdidos. No es fácil diagnosticar o tratar la enfermedad y, sobre todo en los casos complejos, se necesitan especialistas.
¿Sería interesante introducir el Lyme en la formación en medicina?
Es importante que alcancemos un buenn número de especialistas de alto nivel, esto debería formar parte de su formación en medicina, sobre todo en las áreas endémicas. Sería interesante que todos los médicos tuvieran algún conocimiento pero como decíamos antes, los casos complejos necesiten especialistas y centros específicos para el Lyme.
Además de la formación universitaria en Lyme ¿cree qeu es necesario que la población en general tenga algún conocimiento que facilite la deteccón temprana y ayude a la prevención del Lyme crónico?
Esto es lo esencial, difundir la información sobre el lyme y que haya una mayor sensibilización para lograr que cada vez haya menos pacientes que llegan a las etapas crónicas de la enfermedad.
Como presidente del Comité Científico de la Fundación Dr. Ángel Bueno Gracia- SOS Lyme ¿qué paple cree que deberíamos ocupar en la lucha contra el Lyme?
Sobre todo, lo que se puede hacer es difundir el conocimiento sobre las enfermedades infecciosas en España. Los pacientes deberían obtener unos conocimientos básicos y los especialistas, estar mucho más cualificados para tratar todas las fases de la enfermedad. Además, un objetivo debería ser poner en marcha que mejoren las herramientas de diagnóstico y las opciones de tratamiento para los pacientes.
Por otra parte, se debería llegar a entender que este no es un problema de un país sino que es un problema internacional; unos 100 países reconocen que se están enfrentando a retos con la enfermedad de Lyme y sus co infecciones.
La colaboración científica y en investigación debería ser obligatoria en el futuro.
Para terminar ¿cree que hay esperanza para los pacientes de Lyme? ¿Qué menaje puede darles?
En más de 30 años de carrera he visto que la mayoría de los pacientes obtenían buenos resultados pero solo cuando la orientación del tratamiento era de medicina basada en la evidencia. Mi mensaje a los pacientes es que no hay ningún caso perdido si se tratan con un especialista en Lyme bien formado y con experiencia, entonces sí que hay oportunidad para la mejora, incluso para la recuperación. De lo que tienen que concienciarse en la mayoría de los casos es de que no se pueden obtener una respuesta en el corto plazo, para los mejores resultados es necesario un tratamiento a largo plazo.