Dieta sin gluten y enfermedad de lyme

dieta sin gluten y lyme

Una dieta sin gluten puede contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes de Lyme.

Aunque no se ha demostrado la relación directa, la mejora de los síntomas podría explicarse por los propios efectos de esta proteína en el organismo.

El gluten es una proteína que puede considerarse como “no fundamental” para el funcionamiento del organismo. Una dieta sin gluten, siempre que sea equilibrada y nos aporte todos los nutrientes, no debería notar la eliminación del gluten.

La alimentación es una parte muy importante en el tratamiento de enfermedades, especialmente en el Lyme, pero los pacientes no deben basar su tratamiento en la alimentación sino considerar el cambio de dieta como una parte del proceso de curación. De hecho, no todos los pacientes responden de la misma forma a estos cambios.

¿Por qué una dieta sin gluten ayuda a los pacientes de Lyme?

El gluten es una proteína que puede ser difícil de descomponer a través de los procesos digestivos y metabólicos. Muchas personas, sin ser intolerantes al gluten, encuentran beneficios en la eliminación de esta proteína en la dieta.

Estas son algunas de las razones por las que puede ser beneficiosa una dieta sin gluten

  1. Reducción de carbohidratos. Reducir el gluten de la dieta significa que reducimos los carbohidratos, alimentación procesada y todos aquellos productos cuya elaboración se basa en los cereales. El consumo de carbohidratos interviene en la producción de insulina y, en algunos casos, desemboca en una diabetes tipo II. Si un paciente de Lyme es resistente a la insulina o tiene niveles altos de azúcar en la sangre, esta dieta sin duda les ayudará.
  2. Reducción en la inflamación intestinal. El gluten es una molécula difícil de digerir y, aunque en la mayoría de los casos no genera problemas, sí que puede causar la inflamación del organismo en aquellas personas que no digieren de forma correcta. Igual que sucede con las enfermedades autoinmunes como la artritis, en cuyos tratamientos se recomienda una dieta sin gluten, en la enfermedad de Lyme, que también cursa con inflamación de los tejidos, puede ayudar al éxito del tratamiento.
  3. Reducción de la actividad autoinmune. Como decíamos en el apartado anterior, la enfermedad de Lyme causa inflamación y por tanto, una alteración del sistema inmune, bien reduciendo su respuesta, bien desencadenando la respuesta excesiva. Una dieta sin gluten, y también libre de caseína de los productos lácteos, puede contribuir a regular la respuesta inmune.  

En general, la alimentación adecuada apoya de forma positiva los tratamientos de Lyme. Siempre se recomienda realizar una prueba de alergias e intolerancias para alejarse de alérgenos que también afectan a nuestro sistema inmune. Además el consumo de los complementos alimentarios adecuados y una alimentación orgánica y no procesada,  siempre son recomendaciones adecuadas, sea cual sea el estado del paciente.

Alimentos buenos y alimentos a evitar

La dieta mediterránea es la óptima para mantener una vida saludable y como complementaria a cualquier tratamiento: fruta fresca y verdura, legumbres, aceite de oliva, cereales integrales o pescado rico en ácidos grasos Omega -3. Esta dieta es beneficiosa frente a aquellas rias en carne y alimentos procesados, bebidas azucaradas.

La comida caliente, especialmente los caldos y las sopas ligeras, aportan calor y un mayor confort al organismo. De hecho, hay dietas que recomiendan la ingesta de una de estas sopas o una infusión caliente como “aperitivo” a la hora de la comida o la cena.

Todo cambio en la dieta puede ser costoso porque lo asociamos a privación y restricciones. Sin embargo, un paciente de Lyme y, en general, cualquier persona, puede pensar en que el cambio en la dieta le va a aportar nutrientes, salud y una mejor calidad de vida.

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